INFECCIONES EN EL OÍDO
Enfermedades e infecciones del oído
La pérdida auditiva puede aparecer tras una simple infección en el oído. Es
por eso que desde Audiogroup, damos tanta importancia a las afecciones
más comunes del aparato auditivo. Para identificar y actuar y prevenir la
pérdida auditiva.
¿No oyes tan bien como antes?
Las 9 infecciones más comunes
La otitis media es la afección más común del oído, sobre todo
durante la infancia. La trompa de Eustaquio se obstruye por un
exceso de mucosidad, por ejemplo, el líquido del oído medio no se
drena y se acumula hasta que acaba infectándose y produciendo
una inflamación de esa cavidad que se encuentra justo detrás del
tímpano.
El Síndrome de Ménière es una de las causas más comunes del inicio de un proceso de pérdida auditiva. Los
síntomas más habituales son vértigos, zumbidos en el interior del oído, pérdida de audición temporal y
sensación de tener el oído lleno.
La Laberintitis, es una afección que afecta al laberinto, una parte del oído interno. Puede ser una gripe, por
ejemplo, pero también otro tipo de virus particulares que tienen incidencia indirecta en esa parte del oído. El
resultado, en todo caso, es que los nervios que se encuentran en la zona se ven afectados.
El colesteatoma es un quiste que se produce en el oído medio, por causas genéticas o por una infección
crónica. Esta afección puede provocar pérdida auditiva y mareos y, en los casos más graves, puede provocar la
ruptura de los huesecillos del oído medio, provocando secuelas que deriven en la hipoacusia.
La otosclerosis es un crecimeinto óseoo anormal en el oído medio, llamada también otospongiosis o
estapedectomía. Y, aunque el origen se desconoce, los estudios actuales apuntan a una causa hereditaria. El
resultado es la hipoacusia, porque el crecimiento del hueso impide la correcta vibración del oído ante las
ondas sonoras.
La parotiditis es la inflamación de la glándula parótida, la glándula más grande de la cabeza. La penetración
de virus y bacterias puede hacer que se hinche y cause dolor. Característicamente el lóbulo de la oreja suele
elevarse y la zona afectada tiende a ser dolorosa a la palpación.
Los granos en la oreja pueden provocar dolor de oído ypérdida auditiva. La causa es la cera que no se ha
podido drenar adecuadamente y obstruye los poros. En vez de llevar a cabo su verdadera función, esto es,
limpiar el oído, provoca pequeños granos de pus en diferentes zonas de la oreja.
Los bultos o bolitas detrás de las orejas son inofensivos. Pero pueden ser causados por varias condiciones y
el tratamiento y la gravedad varían según la causa subyacente.